viernes, 4 de diciembre de 2009

SE BUSCA UNA INFANCIA



Se busca una infancia. No una cualquiera, ni siquiera la nuestra por muy mágica que fuese, tampoco la prestada por los nietos. Me refiero a una infancia para hoy. Una que dure algo más que el que último curso de infantil, que no lleve tatuada una marca de diseño. Esa que deje vivir a la ilusión antes del desengaño semanal por el ligue de los diez años.

La que pueda recordarse por la voz del padre y/o de la madre en la arquitectura del día, y a veces, porque no, de los silencios —ese jardín donde la escucha fortalece la mirada—. También por escuchar el no — esa línea entre el mar del albedrio y la libertad con ojos solidarios—.

Se la ha visto pasar con retoques de carmín; con modales impostados de la guerra; con fuerte rebeldía a favor de su egoísmo y cierto perfume de indolencia. Se bebía de un sorbo el reloj; pagaba en taquilla las pelis de mayores.


Se busca una infancia, sin litrona, por los parques, en los espejos de la inocencia, por el alma de los interrogantes, por los juegos, las historias, la imaginación y en las cometas de lluvia.

Artículo aparecido en el Semanal del 13 de septiembre de 2009. Nº 1142
http://xlsemanal.finanzas.com/web/articulo.php?id=47298&id_edicion=4507

2 comentarios:

  1. Y qué verdad es que cada día los niños son ya adolescentes sin rumbo y los adultos no quieren asumir responsabilidades y dicen ser Peter Pan...

    El mundo está la revés y debemos hacer algo ¿n0? ...

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  2. Está fastiado esto de la infancia, con tantos modelos erróneos de la TV y tanto consumismo.
    Me auno a tu propuesta de hacer de la infancia , INFANCIA.
    Susana

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