La señorita
Marisa es un
cuento que habla sobre los beneficios de la lectura para los niños. Un relato
infantil perfecto para potenciar el hábito de leer en los más pequeños.
María
y Raquel es la Escritora e
ilustradora del cuento
Solía vestir
de colores estridentes, le gustaba saltar a la comba y jugar al escondite, y
siempre les proponía juegos extraños, como aquella vez que obligó a los alumnos
de quinto a ponerse unas gafas enormes para leer Manolito Gafotas, o cuando
trajo una escoba para leer 'La pequeña bruja'. Además sabía tanto… ¡No había
libro que no se hubiera leído!
Por eso, la
señorita Marisa siempre esperaba al último día de clase para dar a todos los
alumnos del colegio una lista con libros para leer en verano. Le gustaba
recomendar sobre todo los grandes clásicos de aventuras. Al principio, los niños, que solo
pensaban en disfrutar del verano, no hacían mucho caso a la señorita Marisa,
pero cuando pasaban las semanas y empezaban a aburrirse del calor, la piscina y
las pipas, muchos acababan leyendo alguna de las recomendaciones de la señorita
Marisa. Y cuando, por fin, llegaba septiembre, los niños le contaban a la
profesora lo que les había parecido aquellos libros.
- ¡Cómo me
gustó la Isla del tesoro!
- ¡Pues yo
me lo pasé genial con los tres mosqueteros!
La señorita
Marisa les escuchaba emocionada y su rostro serio se volvía alegre y no
paraba de sonreír.
Sin embargo,
aquel junio los niños se dieron cuenta de que algo le pasaba a la señorita
Marisa.
- He estado
investigando – exclamó un día Fabi, que era una niña de cuarto curso a la que
le encantaban las novelas de misterio.
- Seguro que
se ha enamorado. ¡Por eso suspira tanto! – exclamó Elsa que iba a quinto curso
y había empezado a leer libros románticos.
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- Se habrá
cansado de los libros – afirmó Ismael, que prefería dibujar cómics que leer los cuentos sin dibujos que le mandaban en
sexto.
- No es eso
– interrumpió Fabi – como os digo, he estado investigando y ya sé lo que le
pasa: ¡La señorita Marisa se jubila!
Los niños se
quedaron muy sorprendidos y también un poco tristes. ¿Qué iba a ser de la
biblioteca del colegio sin aquella mujer extraña y sus disparatadas ideas? Pero
no había nada que ellos pudieran hacer. Así se lo confirmó la directora:
- Lo
único que podéis hacer es agradecerle todo lo que ha hecho por vosotros para
que se sienta querida por todos estos años en el colegio.
Pero,
¿cómo podían hacer eso? Estuvieron toda la mañana dándole vueltas al asunto
hasta que por fin encontraron una solución.
- Pero cuál,
si ya se los ha leído todos…
- Uno solo
para ella. Uno que hagamos entre todos nosotros.
- Y ella
puede ser la protagonista.
Un cuento hecho por los niños
Pero como la
señorita Marisa ya se los había leído todos, los niños decidieron crear un
libro solo para ella. Sería un
libro que escribirían entre todos y en el que ella fuera la protagonista. Así
fue como cada uno escribió un cuento, una aventura de la señorita Marisa en el
colegio, o en el mundo de fantasía de los libros y los encuadernaron todos juntos.
Ismael fue el encargado de hacer las ilustraciones. Aunque no tenían mucho
tiempo, con mucho trabajo y la ayuda de todos, los niños consiguieron terminar
el regalo.
Cuando el
último día de clase los niños se asomaron a la biblioteca en busca de la
señorita Marisa, se la encontraron sentada en su silla, recogiendo con tristeza
sus últimas cosas: dos cuadernos en blanco, tizas, lápices de colores,
rotuladores, tijeras, caramelos para la tos, tres gafas que habían sobrado
cuando hicieron la actividad de Manolito Gafotas, una comba con la que solía
jugar con los niños de tercero y algunos libros.
- Señorita
Marisa, esto es para usted.
Cuando la
profesora abrió aquel paquete y se encontró con aquel libro maravilloso
lleno de historias que sus niños habían creado solo para ella comenzó a
reír y llorar a la vez. Les llenó de besos y de abrazos y muy contenta repartió
todos los objetos entre los niños. Ya no necesitaba llevarse nada a casa. Le
bastaba aquel libro y la satisfacción de haber conseguido que aquellos niños amaran tanto los libros como los amaba ella.
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