ARPS y la LECTURA FÁCIL
María José Marrodán
Hace unos meses leíamos,
en este diario La Rioja, un recomendable artículo, “Mis héroes” de Santiago
Urizarna, presidente de la Asociación Riojana Pro Personas con Discapacidad Intelectual
, ARPS. En él homenajeaba a las personas que luchan por sobrepasar los escollos
que encuentran en el camino de sus días, anteponiendo un puedo a una comodidad
o un abatimiento.
Hoy, quiero hacer
hincapié en ese arduo, honesto y callado trabajo cotidiano, en la superación de
quienes parecen frágiles hormiguitas y en la constancia que lima los obstáculos
como el agua a la piedra. Principios que deberían ser ineludibles en una
sociedad sana.
Vengo a hablar de ARPS
que sin descanso va convirtiendo las dificultades que tienen las personas de
ese colectivo en aprendizajes significativos y con frecuencia en logros. Vengo
a hablar de uno de sus proyectos más creativos y pionero en España: La Novela
Original en Lectura Fácil (LF).
La Lectura Fácil nació
en 1966 en Noruega y en 1998 al
Asociación Europea ILSMH dictó las directrices europeas para generar
información de Fácil Lectura destinada a personas con discapacidad intelectual.
La LF es, resumiendo, un conjunto de pautas en la escritura que atañen tanto al
contenido como a la forma: tipografía, número de palabras por línea, tipo de
oraciones, espaciados, vocabulario, tiempos verbales, uso de los relativos;
delimitación de las partículas en la línea; tipo de papel; uso de colores;
ilustración; maquetación, etc.
Hacer un texto en
Lectura Fácil es difícil. Requiere aplicar dichas normas para simplificar la
arquitectura del lenguaje escrito, que a veces parece una obra Gaudiana, entendible
solo por una minoría de personas y hacerlo asequible a una mayoría. Hacer una
novela en Lectura Fácil, es aún más laborioso, pues debe mantenerse la calidad
literaria y el interés del lector renunciando a recursos estilísticos como
metáforas, perífrasis, saltos en el tiempo del relato, etc.
Es cierto que con estas
simplificaciones se pierde riqueza literaria, pero es igual de cierto que sin
esa desnudez en el lenguaje las personas con fuertes dificultades para el acceso
a la lectura, no podrían comprender lo que leen, conocer los datos más
elementales de una noticia, un aviso, un texto o una historia. Y por tanto no
podrían inquietarse, sacar conclusiones, emocionarse, desear o soñar, a su modo
y según sus posibilidades, que es cómo lo hacemos todas las personas.
Cuando en 2008, comenzamos
en ARPS el proyecto de Lectura Fácil existían muy pocos libros nacionales con
esta metodología y los que existían eran adaptaciones de obras muy principales
como El Quijote. Asimismo las asociaciones y clubs de LF iniciaban su andadura.
Seis años después la importancia de la Lectura Fácil está siendo reconocida por
la sociedad española como una necesidad y una herramienta de inclusión
educativa y social de primera necesidad. Hay empresas dedicadas a este tema,
han proliferado las asociaciones, los clubs de LF y las adaptaciones de obras
literarias con estas pautas.
La gran importancia del proyecto de ARPS es
que las dos novelas editadas en LF, son obras originales, han contado en su
elaboración con la participación de personas con discapacidad intelectual y se
han testeado con estas y otras personas con dificultades lectoras: patrones
disléxicos, falta grave de atención, aprendizaje del español, personas de
avanzada edad, alumnado de educación primaria y ESO, etc.
En ARPS hemos añadido una
serie de innovaciones, como los resúmenes al final de los capítulos, la
incorporación de alguna conocida metáfora o refrán, la ilustración no
fotográfica, las actividades mediante uso de internet, etc. que están siendo muy
valoradas a nivel internacional. Por ello, hemos recibido, en esta segunda
novela “La Calle 25” los marchamos nacional y europeo que la acreditan como
obra de LF.
Así, de la necesidad y
del derecho a disfrutar de la lectura y de las barrearas para acceder a ella
que tienen las personas con discapacidad intelectual ha salido un cuádruple
logro. Primero: la posibilidad de que éste y otros colectivos con fuertes
dificultades lectoras puedan leer. Segundo: que escolares sin dificultades
lectoras puedan también conocer y usar estas obras. Tercero: avanzar, en el
plano real, hacia una inclusión educativa y social. Cuarto: aportar
innovaciones metodológicas en LF.
En ARPS cumplimos 50
años luchando por eliminar las barreras físicas, psíquicas y emocionales que la
sociedad y los perjuicios ponen; por desarrollar las posibilidades de cada persona hasta donde lo pueda conseguir,
de modo que la inclusividad llegue a ser algo tan natural como respirar. Y lo
hacemos con esfuerzo, paciencia, creatividad e ilusión. Con la constancia del agua
en la piedra.
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