Cómo ayudar a una niño con discalculia a
resolver problemas matemáticos
14, 05, 2013 ADMIN NO COMMENTS
La
discalculia tiene varias definiciones, aunque
quizá la más práctica y adecuada
sea, la inhabilidad o dificultad para
aprender a realizar operaciones aritméticas,
a pesar de recibir toda instrucción
convencional, en contraste con una capacidad intelectual normal del alumno.
Si no se trata precozmente, puede
arrastrar un importante retraso educativo.
En los niños esta dificultad causa mucho
sufrimiento, especialmente
en los primeros años escolares en los
que el dominio
de las “bases conceptuales” es de
gran importancia, pues el aprendizaje
de la matemática es de tipo
“acumulativo”, por ejemplo, no es posible entender
la multiplicación sino se entiende
la suma.
En el sistema tradicional de enseñanza
se ha perdido la conexión con la raíz d
e las matemáticas, enseñando al alumno a
memorizar y manejar símbolos
(olvidando que estos son sólo
representaciones de algo concreto),
y a memorizar procedimientos y
formulas sin saber lo que está haciendo
(generalmente cuando se le
pregunta a un niño qué está haciendo cuando
hace una suma con llevadas y porqué se
lleva una, te dice
“porque así me lo dijo el profe”).
La clave está en “como hacer la
transición desde el material concreto,
hasta el papel y lápiz”. Mediante
la integración de patrones numéricos
para llegar a la abstracción del dígito.
Los
niños que sufren este trastorno del aprendizaje, suelen presentar:
Dificultades
en la organización espacial:
• Dificultad para organizar los números en columnas o para seguir l
a direccionalidad apropiada del
procedimiento.
Dificultades de
procedimiento:
• Omisión o adición de un paso del
procedimiento aritmético; aplicación
de una regla aprendida para un
procedimiento a otro diferente (como
sumar cuando hay que restar).
Dificultades de
juicio y razonamiento:
• Errores tales como que el resultado de
una resta es mayor a los números
sustraídos y no hacer la conexión
de que esto no puede ser.
Dificultades con la memoria mecánica:
• Tropiezos para recordar las tablas de
multiplicar y para recordar
algún paso de la división… este problema
se incrementa conforme
el material es mas complejo.
Especial
dificultad con los problemas razonados:
• Particularmente los que involucran
multi-pasos
(como cuando hay que sumar y luego
restar para encontrar la respuesta).
Poco dominio de conceptos como
clasificación, medición y secuenciación
especial interés por ver y entender lo
que se le pide en un problema.
• Se les dificulta seguir procedimientos
sin saber el cómo y porqué.
CÓMO
ACTUAR CON NIÑOS CON ESTAS DIFICULTADES
La discalculia se presenta en una etapa
muy temprana, siendo el primer síntoma
la dificultad en el aprendizaje de
los dígitos. Ello se debe a que el niño
no entiende la correspondencia entre el
dígito y la cantidad, y comienza
a ver que las matemáticas son
complicadas. La correspondencia
entre lo concreto (la cantidad) y lo
abstracto (el símbolo), es un paso
que el niño con discalculia, se ve
incapaz de entender.
Se utilizan patrones (que sirven para
hacer la transición) y plastilina
(que sirven para que aprendan el
concepto), que están basados
en la forma en que los antiguos
comprendían las matemáticas,
a que trabajaban con materiales
concretos (semillas, barras de arcilla,
cuerdas con nudos…).
El
ábaco es un intento bastante bueno para
acercar a los niños a lo concreto,
sin embargo en los colegios
enseguida se pasa al papel y lápiz.
La metodología más adecuada, es
una metodología
manipulativa,
en la que el niño realice
ejercicios y representaciones en material concreto (principalmente
aunque no limitado, en plastilina),
quién va descubriendo paso a paso cómo
pasar del material concreto al cuaderno.
Otros materiales a utilizar son
piezas de madera y piezas de goma
con formas diversas, material
reciclable, pajitas de colores, bolas de colores,
puzzles, etc.El juego es muy importante.
Introduzca la matemática en contextos
recreativos . En un contexto lúdico, se
pueden automatizar y reforzar
conocimientos básicos de la matemática.
Hay
que asegurarse que los alumnos comprendan las actividades.
Dar unas consignas sencillas y claras,
ayuda a la comprensión de los problemas planteados, y verbalizar las
acciones que van realizando, también les ayuda a interiorizar los procesos
matemáticos, y por lo tanto a mejorar su rendimiento en el aprendizaje. Por
ejemplo, se les puede pedir que lean la pregunta (si son más mayores), que
expliquen lo que la pregunta les pide que hagan, cómo van a hallar la solución
y lo que hacen mientras trabajan.
Aprendizaje
de autoinstrucciones.
●Leo el enunciado
●Separo la información
●Rodeo las cifras
●Dibujo los datos
●¿Qué tengo que hacer?
sumar: juntar, añadir cosas.
restar: quitar,buscar la
diferencia
multiplicar: sumar muchas veces el
mismo numero
dividir: repartir, hacer partes iguales
●Lo hago fijándome bien
●Repaso, corrijo si es necesario
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