LA
CALLE 25
Tras “El misterio de
los marcos desaparecidos”, en 2011, la Asociación ARPS y muy especialmente su
presidente Santiago Urizarna, continúa con el compromiso de la Lectura Fácil
(LF) para que todas aquellas personas,
que tenían dificultades lectoras, pudiesen disfrutar facilitándoles las
posibilidades de leer.
.
Para su realización, la
Asociación ha contado con dos autores riojanos: María José Marrodán,
orientadora, profesora de pedagógica terapéutica y escritora; y José María
Lema, profesor y experto y versátil
ilustrador.
Si la primera obra, “El misterio de los marcos desaparecidos”,
ya supuso un avance muy importante en el método de la Lectura Fácil, por ser la
primera novela original, no
adaptada, y realizada con la colaboración
de las personas con discapacidad intelectual, este segundo libro sigue
realizando mejoras e innovaciones relevantes, tanto en el fondo como en la
forma.
El trabajo meticuloso
en el texto y en la ilustración cuenta con el apoyo y reconocimiento de las
principales asociaciones y entidades de LFE, como la Associació Lectura Fàcil y
de FEAPS, a través de ALTAVOZ, cooperativa. No debe extrañar, por tanto, que el
libro contenga el aval de los dos logos el internacional o europeo y el
nacional.
En esta nueva obra
también han participado personas con discapacidad intelectual de ARPS, de otros
centros y de diversas dificultades para acceder a la lectura.
Es un libro fresco,
agradable en la forma y el fondo y en las que muchas de las situaciones que
vive , Javier el protagonista, también las viven las personas con discapacidad
intelectual.
El título, La calle 25, se debe a que en esta
ocasión, desde ARPS; queríamos hacer una historia más real y próxima a las
personas con discapacidad intelectual, y
porque la calle es un lugar natural de aprendizajes, donde casi todo
puede pasar: la amistad, las pequeñas maldades, la soledad, la desorientación,
el deseo de superarse, el amor.
Es el deseo de
superarse y la dedicación a los demás lo que hace que las personas que sueñan y
luchan por sus sueños, tengan días de 25 horas y así lo dice la autora en la
cita inicial:
“Todos
los días tiene 24 horas y una más para el que sueña”
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